El té Pakistaní o té Chai, con su deliciosa variedad de especias, es una de las mezclas de té más populares que existen. Originario de la India, el chai tiene recetas distintas según la región, el clima y las preferencias culturales.

Las especias fuertes, como la canela o el cardamomo, suelen combinarse con leche y azúcar para compensar el sabor picante. Aunque sus sabores son ideales para las estaciones de otoño e invierno, la versatilidad que ofrece esta bebida, sea caliente o fría, permite disfrutarla durante todo el año.

El delicioso té Pakistaní o té Chai que tanto nos gusta y que desata montones de fans por todo el planeta, ha evolucionado a lo largo de los años y actualmente es bastante diferente a la versión original del chai indio.

“Chai” es la palabra hindi para el té, que se deriva de “cha”, la palabra china para el té. También puede denominarse “Masala chai” o “spiced chai”. El término traduce la mezcla de una serie de especias o Masala, que se remojan en una bebida de té caliente.

El inicio del chai se remonta a más de 5 mil años en la región india de Assam. Dice la leyenda que un rey indio combinó un surtido de especias calientes y las convirtió en una bebida con fines curativos. Este nuevo brebaje se creó para ser utilizado en la medicina Ayurveda, la ciencia de la vida, que era una práctica sanitaria especializada en el uso de especias y de hierbas.

Se pensaba que los ingredientes comunes del chai, como el clavo y el jengibre, favorecían la digestión y aliviaban el dolor, entre otros beneficios. El chai fue ganando popularidad y la mezcla medicinal se extendió por distintas partes de la India, añadiendo cada región su propia interpretación de la receta.

El té Pakistaní o té Chai en su forma original, no era técnicamente un té, ya que no contenía las hojas de la planta Camellia Sinensis, que es la que compone el té negro, el verde y el blanco. Las hojas del té negro, la leche y el azúcar se convirtieron en un complemento muy popular a mediados del siglo XIX, cuando los británicos descubrieron y recolectaron la planta en la India.

Uno de sus aspectos más interesantes, es la versatilidad de sabores que posee. Con un simple ajuste de ingredientes una taza de chai puede volverse más picante, dulce o salada. El contenido de cafeína también coincide con el tipo y la cantidad de Camellia Sinensis utilizada para la base.

El té Pakistaní o té Chai es rico en antioxidantes que pueden proteger al cuerpo de los daños causados por los radicales libres; además ayuda a mejorar nuestra digestión y equilibra los niveles hormonales. Su cóctel de especias combate las náuseas, refuerzan el sistema inmunitario (jengibre) y equilibran la azúcar en la sangre (canela). El clavo tiene propiedades antivirales y antibacterianas; todas estas poderosas especias lo convierten en el té de los té.

¡Por algo es el té preferido de Oprah Winfrey!

Además, el té y las especias orgánicas se cultivan sin el uso de pesticidas o fertilizantes, lo que lo convierte en un gran aliado a favor del medio ambiente. El agua es uno de nuestros recursos naturales más preciados; se calcula que se necesitan más de 1.100 tazas de agua para producir una sola taza de café. En cambio, solo se necesita una décima parte de esa cantidad de agua para producir una taza de té.

El mundo no parece moverse en la dirección correcta sin una taza de té.

Así que ahora comienza el invierno, te sugerimos que tengas la tetera a punto para que pruebes nuestro delicioso Té Pakistaní con té negro, corteza de naranja, vainilla, cardamomo y clavo.

Puedes tomarlo sólo con leche y te recomendamos agregar una rodaja de naranja para potenciar su sabor y aporte de antioxidantes y nutrirnos con más vitamina C.

Y recuerda que, un cuerpo bonito es aquel que tiene a una persona feliz por dentro.

¡Felices fiestas!