La historia de amor de la humanidad por el chocolate se remonta a más de 5 milenios. Producido a partir de la semilla de los árboles tropicales de cacao de las selvas de América, fue considerado durante mucho tiempo “alimento de los Dioses” y, más tarde, un manjar para las élites que lo consumía como una bebida amarga, en lugar de la golosina tan adorada actualmente en todo el mundo.

Los arqueólogos han descubierto los primeros rastros de cacao en la cerámica utilizada por la antigua cultura Mayo-Chichinpe, hace 5.300 años en la región del alto amazonas en Ecuador. El chocolate desempeñaba un importante rol político, económico y espiritual en las antiguas civilizaciones mesoamericanas, que molían los granos de cacao tostados hasta convertirlos en una pasta que luego mezclaban con agua, vainilla, pimientos y otras especias.

Cuando el imperio azteca se extendió por Mesoamérica en el siglo XIV, también empezó la valoración del cacao. Como no podían cultivarlo en las tierras secas del centro de México, comerciaban con los Mayas por los granos, que incluso utilizaban como moneda.

Los españoles introducen el chocolate en la élite europea en el siglo XVI. Y aunque endulzaron la amarga bebida con azúcar de caña y canela, una cosa no cambió: el chocolate reinaba como un símbolo de lujo, hasta que la invención de la prensa de cacao en 1828, revolucionó su producción inaugurando la era moderna y permitiendo su uso como ingrediente de confitería.

En 1847, la empresa chocolatera británica J.S: Fry & Sons creó la primera barra de chocolate comestible a partir de la manteca de cacao, cacao en polvo y azúcar. La empresa rival Cadbury´s le siguió tiempo después, y en 1854 obtuvo de la Reina Victoria una orden real como proveedor de chocolate.

En EEUU, Milton Hershey fue pionero en la producción en cadena de chocolate con leche. Después de producir su primera tableta de chocolate en 1900, compró tierras de cultivo en la zona rural de Pensilvania y construyó toda una fábrica dedicada al chocolate.

La popularidad de las barritas de chocolate se disparó durante los locos años veinte. A finales de la década se fabricaban más de 40 mil barras diferentes en los EEUU. Aunque la planta de cacao es originaria de América, su cultivo se ha trasladado a África, que ahora es la fuente de más de dos tercios de la producción mundial de cacao.

Con tanto chocolate ya nos estamos volviendo Willy Wonka, así que desde Coor les regalamos esta deliciosa receta con nuestros Crunchy Protein Balls Choco Leche y les deseamos una feliz Nochebuena.

Bombones Energéticos Crujientes sin hornear

Equipo:

- Procesador de alimentos

Ingredientes:

- 1 taza de harina de almendras

- 4 cucharadas de proteína vegana cruda en polvo

- 1/2 taza de mantequilla de frutos secos

- 1/4 de taza de semillas de sésamo

- 1/4 de taza de semillas de chía

- 1/4 de taza de Crunchy Protein Balls Milk Choco

- 2 - 3 cucharadas de sirope de arce

- 1 cucharada de aceite de coco

Instrucciones:

Añade todos los ingredientes a un procesador de alimentos y procésalos hasta que todo esté bien mezclado y tenga una consistencia desmenuzable, tipo pasta. Saca una cucharada pequeña cada vez y apriétala bien en la palma de las manos, luego hazla rodar en forma de bolita.

Opcional: rueda las bolitas sobre semillas de sésamo, copos de coco rallado o semillas de chía.

Guárdalas en el frigo en un recipiente hermético y se volverán más firmes.

Bon appétit!

Y recuerda que, un cuerpo bonito es aquel que tiene a una persona feliz por dentro.

¡Felices fiestas!